En una catedral mecánica, los robots esperan alineados para ser elegidos por un rayo de luz que los elevará a través del abismo para llegar al túnel por el que podrán volar y salir de su mundo de metal, automático y claustrofóbico.
Usamos cookies propias y de terceros para mejorar tu experiencia en el sitio web. Si continúas navegando consideramos que aceptas el uso de cookies. OK